lunes, 20 de septiembre de 2010

Idea Ilustrada en la España del s.XXI

La educación es memoria, aprendizaje, razonamiento y estudio.

Un problema que se puede extrapolar a la educación actual en su totalidad:

La educación en España esta centrada en el simple conocimiento, mediante la metodología memorística (aprender como papagayos dicho con otras palabras). Se nos enseña la Historia de España pero no como estudiarla. Nos enseñan a formular, pero no nos dicen para que sirven ese conjunto de letras y números que plasmamos en el papel. Nos hemos perdido, o se han perdido en el camino del aprendizaje divertido, y si no divertido, práctico. La gente sabe las cualidades de la obra de Baroja, pero no sabe encontrarlas en un libro. Las probetas de los laboratorios de las escuelas acumulan polvo en su soledad.

Sin aplaudir la metodología estadounidense, estimo la labor práctica de su estudio. ¿Donde quedan los trabajos, las practicas, las lecturas comprensivas? ¿Y los debates? No defiendo una clase en la que todo sea juerga y cachondeo, hablar y hacer trabajos con los compañeros... Pero discrepo con estudiar Márquez y no leer un fragmento de Cien años de Soledad; con conocer las cualidades pictóricas de Delacroix y limitar mis conocimientos a las dos láminas que aparecen en el libro; con estudiar la Ley de Newton y no aprender de ese gran y polifacético personaje…
Este fallo también conlleva a la animadversión de los alumnos a una de las dos posibles áreas: O se es de letras o se es de ciencias. No existe, o no suele encontrarse, termino medio. (¿Dónde queda el placer por el saber? ¿Dónde queda en su compleja plenitud el término CULTURA?)

La mejora del futuro educacional, toda la responsabilidad de tal labor, no solo recae sobre ministro, educadores, profesores y libros. También los padres tienen derecho a esa labor educativa. Son ellos también los que tienen que fomentar el aprendizaje. Y también son los alumnos quienes deben ir más allá de los conceptos plasmados sobre las frías superficies de las hojas de los libros de texto y utilizar Internet para algo más que chatear y tuentitear.
Pero para que esto sea posible, para que aprender sea sinónimo de placer, el profesor no debería estar agobiado por el espartano cumplimiento de un guión dictado por programas y libros de texto. Los libros de texto no debieran sintetizar y basar sus informaciones en los dictados ministeriales.

Levantar la mano. Dejar pasar cierta libertad y aire fresco en los colegios.

Así, se conseguirá: Que el profesor llegue con el balón del mundial y explicase por que vota.
Y así se conseguiría que ningún alumno dejase de preguntar, por considerar sus preguntas absurdas.

Mejorar la cultura y la educación en España es algo más necesario que imposible: Idea Ilustrada

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