Suenan castañuelas a modo de caballo. Rasga una guitarra en un fondo naranja.
Lo nocturno se acerca al cielo, y lo naranja se aparta, dejando danzar a su gusto a las maldades que en la oscuridad se atrapan.
Entra el primer guiñol con careta aceituna y bondadosa, crines largas y prodigiosas, brillantes más que la luna propia. Ropajes principescos. Presentamos a Antoñito el Camborio.
Entran cuatro guiñolescos más, con caras enfadadas, muecas de auténtico jabalí y puñales y troncos agitando el aire vil. Ellos vienen de Benamejí, movidos por la envidia y la tirria que es hostil.
Lo nocturno se acerca al cielo, y lo naranja se aparta, dejando danzar a su gusto a las maldades que en la oscuridad se atrapan.
Entra el primer guiñol con careta aceituna y bondadosa, crines largas y prodigiosas, brillantes más que la luna propia. Ropajes principescos. Presentamos a Antoñito el Camborio.
Entran cuatro guiñolescos más, con caras enfadadas, muecas de auténtico jabalí y puñales y troncos agitando el aire vil. Ellos vienen de Benamejí, movidos por la envidia y la tirria que es hostil.
NIÑO:
¡Voces de muerte sonaron
Cerca del Guadalquivir,
Voces antiguas que cercan
Voz del clavel varonil!
HOMBRE 1
¡Ven aquí primo!
¡Qué la luna te avisó!
Hartos estamos de tu belleza
Que oscurece la pereza
Y hace que parezca defecto varonil
HOMBRE 2
Esto te decimos primo,
Don Antonio Torres Heredia
De zapatos color carmesí,
Medallones de cuerno de elefante,
Y piel aceituna de olivar andaluz
ANTOÑITO:
¡Qué no será tan fácil,
matar a un Camborio,
Camborio de crin dura
Camborio de sangre febril.
NIÑO
Los guiñoles se abalanzan sobre Antoñito
Quien no puede resistir a las palizas
Que el puñal y la daga, que andan cual arlequín
Por su cuerpo y su cuello, cual toro antes de morir.
ANTOÑITO:
Que a mí no me acabáis así,
Que yo soy duro como el toro,
Que mi linaje me concede a mí…
Y yo soy digno de supervivencia
Que supere vuestro férreo mástil
Que puñal apodáis.
HOMBRE 3
Que es soez la prepotencia,
Que vos emanáis aquí,
Que no nos gusta la violencia,
Pero muerte hemos de darte aquí.
HOMBRE 4:
Porque muy fuerte es nuestra tirria,
Venganza que queremos contra ti,
Que tus primos de Benamejí
Son dignos al igual de rosa de mujer.
ANTOÑITO:
¡Ay Federico García,
Llama a la guardia civil!
Que aunque injusta también ella,
Puede salvar esbelta crin…
NIÑO:
Y entonces sale el arlequín,
Con sonrisa alegre y pelo peluquín,
Que asustado acude a ver el crimen…
El crimen fue en Granada,
Dijo más adelante un amigo,
Y se lo dedicaría
Al desdichado arlequín:
Federico García es el pobre aedo graciosín.
FEDERICO GARCÍA:
¡Oh, pobre Antoñín,
Que tan perfecto mozo,
La raza gitana había hecho de tí.
Belleza solana, educada bajo sol marroquí
Que la oscuridad de Morfeo,
Hoy la vida te quita a ti.
¡Ay, Antoñito el Camborio,
Digno de una Emperatriz!
Empieza a rezar a la Virgen
Que al contrario que la policía,
Ella luchará por tí…
HOMBRE 3:
Reza vil jinete,
Que la muerte espera convexa
En las campos del río
Con guadaña y capa negra.
HOMBRE 1
Reza a la Virgen,
Reza a Gabriel,
Reza al arlequín
O a quien te salga bien…
Con este rejón,
La muerte te auspicio a ti
HOMBRE 2:
¡Y yo con este te acerco a Les Elysees!
HOMBRE 4:
Muere ya con dignidad de eral,
Que sin salir a los ruedos
Vas a encamar…
HOMBRE 3:
Encamar en las nueves del cielo
Porque mi puñal te acaba de matar.
¡Oh, pobre Antoñín,
Que tan perfecto mozo,
La raza gitana había hecho de tí.
Belleza solana, educada bajo sol marroquí
Que la oscuridad de Morfeo,
Hoy la vida te quita a ti.
¡Ay, Antoñito el Camborio,
Digno de una Emperatriz!
Empieza a rezar a la Virgen
Que al contrario que la policía,
Ella luchará por tí…
HOMBRE 3:
Reza vil jinete,
Que la muerte espera convexa
En las campos del río
Con guadaña y capa negra.
HOMBRE 1
Reza a la Virgen,
Reza a Gabriel,
Reza al arlequín
O a quien te salga bien…
Con este rejón,
La muerte te auspicio a ti
HOMBRE 2:
¡Y yo con este te acerco a Les Elysees!
HOMBRE 4:
Muere ya con dignidad de eral,
Que sin salir a los ruedos
Vas a encamar…
HOMBRE 3:
Encamar en las nueves del cielo
Porque mi puñal te acaba de matar.
FEDERICO GARCÍA:
Pobre hombre que sin vida se queda,
Y los Ángeles atentos le atienden tristes
A orillas del Guadalquivir.
NIÑO:
Hay que Dios bien te guarde,
Que tus primos han escapado y descansan tranquilos en Benamejí,
Con los pies sobre el tablao y la lengua entre alcoholes
Que celebran tu muerte en su sierra del Albaicín…
FEDERICO GARCÍA:
Y recordad
¡Que voces de muerte cesaron
Cerca del Guadalquivir!..
Pobre hombre que sin vida se queda,
Y los Ángeles atentos le atienden tristes
A orillas del Guadalquivir.
NIÑO:
Hay que Dios bien te guarde,
Que tus primos han escapado y descansan tranquilos en Benamejí,
Con los pies sobre el tablao y la lengua entre alcoholes
Que celebran tu muerte en su sierra del Albaicín…
FEDERICO GARCÍA:
Y recordad
¡Que voces de muerte cesaron
Cerca del Guadalquivir!..
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